sábado, 23 de julio de 2011

El ojo del gato



Como una cámara fotográfica ultraperfecta, es capaz de ver incluso en la oscuridad.
"De noche todos los gatos son pardos".
Para nosotros, por supuesto, pero no para ellos.
A las tres de la madrugada, cuando todo el mundo duerme, Mimí deambula tranquilamente por la casa, ca a dar una vuelta por la cocina y, tras completar su gira, vuelve a acostarse.
¿Cómo demonios se las apaña para orientarse en la oscuridad? Su retina es mucho más rica en bastones (células que son muy sensibles a la luz) que la nuestra.
Sólo las rapaces nocturnas tienen una visión crepuscular aún más penetrante que la de los gatos.
Otra particularidad: una pupila vertical y oval, de geometría variable, que se abre muy ampliamente durante la noche, hasta volverse completamente redonda, como un disco, y llegar a ocupar casi toda la superficie del iris. La retina puede captar las más nimias fuentes luminosas. Esta receptabilidad excepcional se ve incluso incrementada gracias a la presencia, en el interior del globo ocular, de una capa refectante, que refleja la luz.
De este modo, un mismo rayo luminoso incide dos veces sobre las células fotosensibles.
Debido a esta capa se producen los reflejos metálicos, que vuelven fosforescentes los ojos de los gatos en la penumbra.
Sin embargo, en la oscuridad total nuestros gatos no ven ni gota. Bigotes y cejas, funcionando casi como radares, adquieren entonces gran importancia.
De todos los mamíferos, el gato es el que tiene, proporcionalmente, los ojos más voluminosos. Sus ojos, que practicamente le ocupan toda la cara, parecen aún más grandes porque el gato, como nosotros, tiene visión binocular, es decir, que los ojos están situados frontalmente y orientados en la misma dirección que los de un humano.
Esto le permite apreciar las distancias con una gran precisión y enfocar con rapidez capacidades importantes para un cazador.
Sin embargo, de cerca su visión es menos clara que la nuestra y distingue muy mal los objetos que están inmóviles.
EL TERCER PÁRPADO
Esta es otra particularidad del gato. El tercer párpado está disimulado en el ángulo interno del ojo y le sirve para limpiar la córnea de los objetos extraños y para proteger contra los traumatismos esta frágil y perfecta joya que es el ojo felino.
¿ y los colores?
El gato percibe los colores peor que nosotros. Los estudios indican que distingue todos los colores fríos (los tonos verdes, azules...), el rojo y una amplia gama de grises.

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