Si tu casa no es muy grande, ésta puede ser una mascota perfecta, igual que el hámster.
No necesitan demasiado espacio, aunque si es fundamental colocar su jaula en un lugar suficientemente aireado pero sin excesiva luz.
Además, no son unas mascotas caras de compar ni de mantener.
Lo que sí necesitan es grandes dosis de cariño y atención.
Resultan ideales para que los niños aprendan a tener responsabilidades ocupándose ellos mismos de la limpieza de la jaula y de su alimentación.
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